Durante este fin de semana he tenido la oportunidad de participar en las XVI Jornadas de Innovación Pedagógica organizadas por el CEP de Antequera gracias a que uno de sus principales organizadores, Gabriel Marín, me alertó de las mismas y me invitó a inscribirme, cosas que desde aquí le agradezco y además felicito por su excelente gestión y planificación de las Jornadas.

La temática central de estas jornadas giraba en torno a la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner.

Han resultado, estas jornadas, un estupendo punto de encuentro para que 150 docentes reflexionemos sobre estas formas de aprender de nuestros niños, siempre desde un planteamiento muy práctico y dinámico, y sobre la forma de llevarlo a la práctica en las aulas.

En estas Jornadas he tenido la ocasión de desvirtualizar a personas a las que sigo desde hace tiempo como Gloria Herrero y ManolitoTic, Trinidad Jiménez, José Arjona, Ginés Ciudareal y todo el personal del Grupo de Trabajo Radio Futura (Fátima, Carmen, Daniel, Carmen Caparrós, Macarena, María del Mar…). Y tantos otros con los que compartí ratos muy agradables (Sinhué y su familia, Carlos de Orientación Andújar, Isaías…).

Dentro de su programa, la Ponencia de Carmen Pellicer (@carmenpellicer_), directora de la Fundación Trilema, y experta en Inteligencias Múltiples, fue el plato fuerte de las Jornadas.

La Teoría de las Inteligencias Múltiples en el aula

La Teoría de las Inteligencias Múltiples, propuesta por Gardner no es algo nuevo, sino que han pasado ya 25 años desde su formulación. Es ahora cuando está aterrizando en el campo educativo de la mano de otros docentes expertos y seguidores de Gardner.
Este planteamiento de trasladar esta teoría al aula, partiendo de las inteligencias más desarrolladas, a las que Carmen Pellicer llamó «Ventanas al Mundo», trata de ponernos al descubierto que no todos los niños aprenden de la misma forma un mismo contenido. La genética, el entorno, la educación y todos los agentes que pueden influir en el desarrollo cognitivo del alumno van haciendo que cada una de las diferentes inteligencias con las que nacemos se vayan potenciando de forma desigual, permitiendo que algunas formas de aprender dominen sobre otras.

Imagen Tomada de My VisualThinking
La misión del docente debe ser descubrir qué inteligencia o inteligencias se presentan con mayor fuerza en los niños para tomar éstas como ventanas de comprensión del mundo, ventanas que le permitan entender los diferentes aprendizajes, y una vez se produzca la primera conexión con el concepto, potenciar desde aquí el resto de inteligencias (ventanas) para que el aprendizaje sea global e integral.
Por todo esto, el trabajo en el aula partiendo de las inteligencias múltiples debe potenciar que todos los contenidos que se trabajen con el alumno sean presentados desde diferentes formas para que puedan ser aprehendidos por ellos; desde diferentes ventanas convertidas en actividades, tareas, proyectos; y que todas estas ventanas sean trabajadas por todos los alumnos. Presentar un aprendizaje de múltiples formas
Todo esto implica, como ya habréis imaginado, que el punto de partida del sistema de enseñanza-aprendizaje debe ser el conocimiento de las potencialidades de cada alumno, de sus mejores capacidades, de sus habilidades más destacadas, de sus capacidades; y nunca debe ser, este punto de arranque, el de sus debilidades, falta de potenciales, escasez de habilidades, o discapacidades.

Comentaba Carmen Pellicer que hemos estado trabajando sistemáticamente en la escuela con la idea de «corregir» las debilidades de aquellos alumnos que no alcanzaban los aprendizajes escolares. Corregir a los alumnos que no manifestaban destrezas especiales en las inteligencias lingüísticas y/o matemáticas, alertando sobre el peligro de no potenciar otro tipo de inteligencias (ventanas al mundo) y pasando por alto otro tipo de potencialidades de los alumnnos (musical, corporal, intra o interpersonal, naturalista…) que sí podrían ayudar a comprender aquellos conceptos más matemáticos o lingüísticos.

Potenciales e Inclusión

Quizás por desconocimiento, quizás por falta de repercusión de la Teoría de las Inteligencias Múltiples en el ámbito educativo, quizás por entender que estas corrientes están llamadas a trabajarse en el desarrollo de las clases convencionales, con alumnos convencionales; los maestros y profesores dedicados a la atención a la diversidad, llámense PTs, llámense ALs, llámense equis, no hemos reparado en que estas propuestas llevan instaladas en nuestros procesos de enseñanza-aprendizaje desde hace bastante tiempo.
Quizás nunca supimos llamar inteligencia viso-espacial a aquellas capacidades extraordinarias que se les atribuyen a los alumnos con TEA y que se refieren a la memoria visual y espacial. Nosotros siempre tuvimos muy claro que este potencial (inteligencia) era su ventana al mundo, su forma de acceder a los aprendizajes desde el plano visual. Y por ello nos pusimos a desarrollar y poner en práctica proyectos de aprendizaje basados en agendas, pictogramas y recursos gráficos que permitían al niño comprender los conceptos que, presentados de cualquier otra forma, no podría haber aprendido.
Puede que tampoco hayamos llamado nunca Inteligencia Interpersonal a la gran capacidad de relacionarse que presentan los alumnos con Síndrome de Down, pero seguro que muchos buenos docentes se rompieron la sesera planificando unidades de trabajo o programas de intervención que se apoyasen en esa capacidad del alumno, y desde ella trabajasen aquellos conceptos que requerían mayores destrezas mentales lingüísticas, lógicas o espaciales.
¿Y quién no se apoyó en la buena destreza lingüística del alumno ciego?, para que el lenguaje se convirtiese en su ventana al mundo y éste le permitiese comprender conceptos de la naturaleza (inteligencia natural), de su situación en el espacio (inteligencia espacial) o de su propia percepción corporal (inteligencia corporal). Quizá hizo todo esto sin saber que a lo que su alumno tenía mejor desarrollado se le iba a denominar Inteligencia Lingüística.

Muchos docentes dedicados a la Atención a la Diversidad en ocasiones son felicitados por sus compañeros por conseguir «milagros» con los alumnos con NEAE, por descubrir grandes avances de estos niños en todas las áreas. Seguro que estos maestros gastaron gran parte de su tiempo en la observación del alumno en entornos naturales, en descubrir sus intereses, sus formas de actuar ante determinadas situaciones o ante determinados objetos, y seguro que también partieron de esas capacidades para el desarrollo de las demás, sin saber que ya conocían la Teoría de las Inteligencias Múltiples y, aún más, que ya las estaba aplicando en su aula.

Las Inteligencias Múltiples y los ACNEAE: perspectivas

En este momento crucial por el que pasa el Sistema Educativo, de cambios, de nuevas inquietudes, de propuestas innovadoras, la atención a la diversidad no debe ni puede quedarse fuera. Tenemos la obligación de poner en práctica una serie de planteamientos para que ello no ocurra:

  • Con la aplicación de las Inteligencias Múltiples en el aula ordinaria se da un gran paso en la inclusión de los alumnos con neae ya que el docente que las aplica lo hace porque ha llegado a entender que no todos aprendemos de igual manera. Nuestro paso, como maestros de atención a la diversidad, debe ser que este docente entienda que el concepto todos también incluye a los ACNEAE. 
  • No caer en el error de que si un alumno tiene unas grandes capacidades de Inteligencia Viso-Espacial, ésta debe ser la única en ser trabajada, tanto en el aula ordinaria como en el aula de pt. Debe entenderse que esta inteligencia será la ventana que le ayude a desarrollar todas las ventanas de las que dispone. No debemos pensar que si un alumno tiene muy desarrollada la Inteligencia Intrapersonal que le permite aprender mejor estando solo, este alumno deba estar solo, porque si así lo hacemos nunca lo pondremos en situación de potenciar y desarrollar la Inteligencia Interpersonal, por ejemplo. Cuando entras en una habitación oscura (nuevo aprendizaje) debes buscar primero una ventana que al abrirla te permita ver el resto de ventanas. Sólo entonces podrás ver el mundo desde todas las ventanas (aprendizaje integral).
  • Debemos darnos cuenta que aunque los maestros de atención a la diversidad trabajen partiendo de Inteligencias desarrolladas en los ACNEAE, esto no es suficiente. Tenemos que tener una visión integral del aprendizaje de nuestros alumnos y tenemos que tener una formación complementaria en el trabajo de las Inteligencias Múltiples en el aula. Aplicar técnicas como las que nos explicaron en el #JIPAtq15 como la vidriera de Grabiel Marín (@gabrimarin14) vinculando IIMM y Competencias para su desarrollo en tareas y actividades; las Paletas de las Inteligencias Múltiples propuestas por Ginés Ciudadreal (@ginesciudareal) en su página de Orientación Andújar, los Proyectos de Comprensión, Rutinas de Pensamiento… Son aspectos en los que debemos seguir formándonos para completar el desarrollo integral de nuestro alumnado.
  • Dado que las perspectivas a corto plazo no son que este tipo de metodología se implante sistemáticamente en todas las aulas, nuestro papel como docentes de PT ó AL es «enseñar a los maestros del aula ordinaria cómo aprenden los ACNEAE, cuáles son sus ventanas al mundo para que se las abran en sus clases. Pero para ello deberemos ofrecerles algunas estrategias de inclusión: 
    • Materiales y recursos que potencien y usen esas inteligencias más desarrolladas (agendas visuales, organizadores gráficos, mapas mentales…).
    • Alternativas para que sus actividades, dirigidas a todo el grupo, sean trabajadas desde diferentes perspectivas que potencien el desarrollo de las Inteligencias Múltiples de TODO su alumnado, pero que permitan abrir la ventana del conocimiento del alumnado con NEAE. 
    • Por todo ello, el apoyo dentro del aula es la mejor manera de potenciar el trabajo inclusivo en las aulas para que los ACNEAE no se priven de ninguna de las diferentes formas de aprender y que desarrollen todas sus Inteligencias al máximo de sus posibilidades. Si el apoyo se ofrece exclusivamente fuera del aula y los Programas Específicos sólo potencian las inteligencias desarrolladas, estamos creando un entorno virtual de aprendizaje, un entorno falso que en nada se parece a la realidad en la que se les presenta el mundo.
Nos queda un largo camino por recorrer y estamos sólo en el primer peldaño. Ya nos adelantaba Carmen Pellicer que en el futuro hablaremos de los Procesos Ejecutivos como elementos gerentes del conocimiento, como las «cañas con las que rescatar los conocimientos sumergidos en el pozo del cerebro«. Pero un buen comienzo sería plantearnos la posibilidad de que todos somos diferentes y aprendemos diferente. Sería un buen comienzo.