Son muchas las ocasiones en las que maestros/as de Pedagogía Terapéutica (Pedagogía Inclusiva) me comentan que están convencidos de que los principios inclusivos son los que deberían imperar en sus centros, y que se esfuerzan por convencer a compañeros de algo que no debe tener motivo de comprensión: la participación de todos los alumnos en la vida general del centro.

Encuentran barreras severas para que los ACNEAE puedan disfrutar de los mismos aprendizajes que sus compañeros. Otro tipo de barreras diferentes, pero igual de inaccesibles que las que encuentran sus alumnos. Barreras de otros compañeros que miran de reojo pensando que demasiado tienen ya con lo que tienen -seguir un libro de texto y corregir cuatro dictados- como para pensar en modificar su modelo de trabajo solo porque un alumno o alumna diferente no sepa o no pueda adaptarse a él. Barreras de prejuicios en cuanto a los potenciales de aprendizaje de «esos» alumnos. Barreras que catalogan, clasifican y etiquetan como «personas no educables» a los ACNEAE.
Y estas barreras no solo proceden de compañeros, en muchas ocasiones, y así he podido vivenciarlo, son los propios equipos directivos los que no comulgan con la idea de inclusión, aunque venga recogida en las normas a las que tanto acuden para fortalecer sus argumentos de poder. 

Cambiando nuestros propios modelos de trabajo

Los maestros y maestras de Pedagogía Inclusiva no podemos enredarnos en una lucha perdida, en una lucha de discusiones, argumentos o abanderados de equidad. Esto no llama a nadie, esto no afecta a nadie, esto no mueve a nadie.  A las pruebas me remito. Son pocos los docentes que se toman en serio este principio, incluso en los tiempos que vivimos, donde todos los estamentos no administrativos, y también algunos administrativos, están luchando por una inclusión real en las aulas. 
Por ello os invito a cambiar de modelos de trabajo. Uno de los principios de aprendizaje del que nos hemos empapado y que hemos practicado en nuestro trabajo es el aprendizaje vicario. El modelado es una de las mejores formas de enseñar, y uno de los mejores cauces para aprender. Cuando un aprendiz descubre la fuente del «cómo» empieza a entender, empieza a imitar, empieza a generalizar y a desarrollar su propio modelo analógico de habilidades.
Y si esto lo tenemos tan claro con los alumnos, ¿por qué, os pregunto docentes de PT, por qué no lo trasladamos a nuestros compañeros? ¿Por qué no lo usamos como modo de hacer ver que otra forma es posible?
No podemos estar reivindicando una forma de trabajo que nosotros mismos no aplicamos en nuestras aulas de Pedagogía Inclusiva. La inclusión real de todos pasa porque todos estén aprendiendo a la vez, juntos, sobre una misma temática, compartiendo, debatiendo, ayudándose y apoyándose unos a otros, cooperando y haciendo que la fuerza del grupo arrastre hacia adelante a los menos aventajados.

  • ¿Estás haciendo esto en tu aula de PT con tus alumnos? 
  • ¿Estás proponiendo estrategias inclusivas en el único sitio del centro donde solo tú tienes potestad para hacerlo? 
  • ¿Estás limitando tus clases a que cada alumno que acude a ella trabaje cosas diferentes al compañero de al lado porque piensas que cada uno tiene que alcanzar los objetivos individualizados de su Plan de Trabajo?
  • ¿Sigues una batería de fichas y métodos diferenciados para cada alumno?




El ejemplo es la más efectiva de las luchas

¿No crees que no podemos pedir a todo un claustro que invierta su forma de responder a su alumnado en claves de atención a la diversidad, si tú mismo no lo estás haciendo en tu aula? 
La mejor forma de reivindicar algo es dando ejemplo. Por ello te planteo hoy algunas formas de organizar tu aula de Pedagogía Inclusiva para que sea un ejemplo a seguir y motive a tu claustro a replantearse lo que hace con su grupo clase.

1. Diseña el trabajo de tus alumnos con un modelo de Tareas o ABP donde todos participen

Para trabajar todos aquellos aspectos que potencien las áreas del desarrollo de nuestros alumnos e incrementen sus conocimientos, habilidades y destrezas, podemos diseñar un sistema de trabajo por Tareas o Proyectos en el aula de PT. Con productos finales reales que hagan que nuestros alumnos tengan que poner todos los aprendizajes adquiridos para lograr su cometido. Esto nos abrirá infinitas posibilidades de trabajo en el aula con la participación de todos y cada uno de los alumnos. Cada uno aportando desde su lugar, todos participando y desarrollando las Competencias Clave, justo como en su aula ordinaria no se las quieren o pueden -saben- transmitir.

2. Cada grupo de alumnos de tu aula constituye un equipo de base.

Si te han saturado con una gran cantidad de alumnos a los que atender, no puedes entrar en el aula ordinaria porque el horario no te lo permitiría y te encuentras con pequeños grupos por sesiones… no te lo pienses: cada grupo asignado a una hora configurará un Equipo de Base. Todos tus alumnos trabajarán con la máxima de ayuda mutua, usando técnicas cooperativas, aprendiendo unos de otros, automodelándose como grupo y avanzando todos en su propio registro. Cada Equipo de Base aportará al mismo proyecto o producto final. El Aula de PT funciona como aula ordinaria.

3. Programa las sesiones de grupo ofreciendo un modelo multinivel.

Para que todos puedan aportar cosas a tus proyectos o tareas, diseña lo que Coral Elizondo llama: «Paisajes de Aprendizaje». Una gran cantidad de actividades diferentes estructuradas por niveles de complejidad creciente en cuanto a los procesos cognitivos y de pensamiento requeridos para su resolución. Sitúa a cada alumno en aquel lugar donde pueda sentirse cómodo. Hazle un recorrido programado que le haga progresar con la ayuda de sus compañeros, de otras personas y de ti mismo/a. Cuando lo hagas con tus grupos, no tendrás problema en enseñarlo a los compañeros del aula ordinaria. 
Paisajes de Aprendizaje – @CoralElizondo

4. Inventa formas diversas de aprendizaje: IIMM, trabajo Cooperativo, Juegos de Rol.

No dejes que tu aula de Pedagogía Terapéutica se convierta en un aula rutinaria y aburrida, con fichas y más fichas, y cuyo único aliciente sea oír música o el premio con el ordenador.
Inventa, renuévate, trabaja en tu aula con las Inteligencias Múltiples de Gadner. Diseña actividades para ser trabajadas desde todas las inteligencias. Proponte desarrollar todas las inteligencias de tus alumnos.
Juega en el aula. No te asuste llevarte la Gamificación a tus sesiones. Inventa historias, juegos, sistemas de puntos, roles de cada personaje, dramatiza, compite. Todas las áreas del desarrollo, todas, pueden trabajarse con este sistema. Y en el aula ordinaria, más…

5. Diseña productos finales en los que tengan cabida otros alumnos del centro.

Pide a los compañeros del centro que ayuden de alguna forma en tus productos finales. NO hace falta que «pierdan la clase», inventa diferentes formas de participar: recreos, entre pasillos, en extraescolares, redes sociales… Si no te dejan que el alumnado colabore porque «no pueden perder tiempo con los del Aula de PT» busca otras formas de animarlos a participar. Cuando los demás alumnos vean de lo que son capaces los Alumnos con NEAE, aprenderán a verlos de otra forma.

6. Crea tu propia empresa cooperativa.

Aventúrate y crea con tus chicos una empresa. No hace falta que sea una empresa productiva, con rendimientos económicos o con alto nivel de eficiencia. Da igual de lo que sea, pero crea tu propia empresa desde el aula de PT. Esta idea pone a los alumnos en relación directa con experiencias reales que preparan para la vida. Hazlos que gestionen sus propios proyectos y luego dalos a conocer.
Existen experiencias en este sentido que han llevado a crear Pastelerías, Venta de llaveros, Productos de la Huerta… 

7. Haz que el Aula de PT se convierta en el Periódico Crítico o la Radio con Emociones del Centro.

Te imaginas que tus alumnos/as trabajen la atención o la memoria, la expresión oral y escrita, la autonomía personal, las funciones ejecutivas.. poniendo en práctica todas estas habilidades para sacar adelante una «RadioPT» o un «El periódico diferente»
No tengas miedo y adéntrate en las bondades del uso de las TACs para hacer que la visita al aula de PT sea un sueño divertido para tus alumnos y una pesadilla para aquellos que dicen que con ellos no se puede hacer nada.
En las redes podrás encontrar múltiples herramientas, tutoriales y ejemplos de proyectos de este tipo. 

8. Da cabida a padres y madres, asociaciones u otros colectivos en tus proyectos.

Pero una cabida real, ofreciéndoles la oportunidad de compartir la experiencia de la docencia en tu aula. Gestiona tus propios grupos interactivos en tu aula. Haz que los padres se empapen de tus proyectos y participen activamente, como ayudantes, como guías, como recursos… Y además haz partícipes también a las asociaciones a las que los alumnos vayan. Comparte con ellos tus proyectos. Ofréceles tareas para esta participación. Invítalos a colaborar. 

9. Da un papel destacado a cada uno de tus alumnos. Empodérales.

Y si los proyectos de tu aula no los decidieras tú. Y si dejásemos que ellos nos digan qué quieren hacer y qué producto final les gustaría realizar. ¿No tendrás miedo de tus alumnos? Para el resto del centro ellos nunca podrían desarrollar y conseguir sus propias metas y proyectos. ¿Te parece si les hacemos ver que no es así, que cualquier persona puede soñar? Te invito a darles la llave que les permitan abrir las puertas de sus propias decisiones. ¿Quieres seguir trabajando la autonomía personal con idas y venidas al WC o quieres darles la oportunidad de tomar decisiones reales?
Basta ya de colorear figuritas para el día del Padre, que ni si quiera terminan ellos. Vamos a hacer cosas de verdad y por ellos mismos. 

10. Empapela el centro con estrategias para la eliminación de barreras. 

Si no te hacen caso para que la inclusión se lleve a cabo en el centro, abandera a tus alumnos y «tomad el centro«. Vamos a formar nuestra «Brigada Inclusiva» y vamos a empapelar el centro con pictogramas, con colores informativos, con flechas guía y señales tactiles. Vamos a tomar la iniciativa y hacer un centro accesible para nosotros mismos. Si otros no lo hacen lo haremos nosotros. Pedid a vuestros profes de plástica que os ayuden en la elaboración de materiales. Este centro es nuestro y lo queremos para todos.

11. Difunde todos tus proyectos en redes sociales, periódicos locales, radio.

Cuando tus proyectos sean una realidad difúndelos para que lleguen lejos. Crea el blog del proyecto, contacta por las redes sociales con páginas educativas (todos están deseando ayudar y publicar experiencias reivindicativas de este tipo – no tendrás problemas para su difusión). Llama a la radio local de tu pueblo y cuéntales lo que estos grandes genios han hecho. Llévate a los niños a la radio literalmente. Pide una autorización para que todos en el centro sepan que salís a la Radio. Seguro que los periódicos también se harán eco. Recorta todo lo que publiquen, comparte los audios en los grupos de Whatsapp de tu centro -el de madres y el de profes-. Que todo el mundo sepa de lo que han sido capaces tus chicos. Si puedes hacer que les llegue a los que abiertamente decían que eso no era posible, mucho mejor.

12. Planifica una socialización rica en tus proyectos.

Que tu aula no pare. Que todo el mundo la critique. Que entren policías, pasteleros, políticos, perros, profesionales, bomberos, piratas cojos, arquitectos y perroflautas… Dota a tus proyectos de vida. No sabes el coraje que vas a infundir en tu centro cuando vean que tu aula no para, que es un hervidero, que se huele «aprendizaje», que se huele «progreso», que se huele «participación». Haz que la mosca de la curiosidad termine por llevarlos al panal de miel y quedarse dentro para no salir más a las aulas segregadoras.

13. Comparte tus modelos didácticos. Que se vean que son reales.

Y para que no piensen que estás «jugando» en tu aula como siempre, comparte tu diseño didáctico por diferentes vías: en el blog, en la sala de profesores, sesiones de evaluación, olvidado en el aula en la que no te dejan entrar,… Hazles saber que sí es real, que se puede programar con una diversidad de alumnos diferentes, sin libros de texto, con actividades multinivel y aprendizaje cooperativo. Enséñales que sabes de lo que hablas, que tus palabras no son utopía sino hechos y evidencias. Que se puede hacer una Programación Didáctica para TODOS.

14. Da carácter científico a los logros personales de tus alumnos. 

Céntrate en evidencias de aprendizaje. Plantea técnicas e instrumentos de evaluación que pongan de manifiesto que el trabajo conjunto de alumnos diferentes revierten en su productividad de forma positiva. Ten a mano diarios de observación, rúbricas, dianas de evaluación.. Y sobre todo ten a mano los porfolios de tus alumnos para ponerlos en un lugar bien visible cuando la situación lo requiera.

15. Invita a copiar tu propio modelo en las Aulas Ordinarias.

Una vez que hayas desarrollado algunas de estas estrategias, hayas planificado la forma de participación de todos y hayas programado didácticamente el proceso y recopilado las evidencias de aprendizaje, invita a tus compañeros a copiar este modelo. Invítalos con la esperanza de que alguno de ellos te diga que con los Alumnos con Discapacidad es que no se puede. 
Reivindica los derechos de tu alumnado a través de tu propio alumnado
 Que todos sepan de lo que son capaces
Cuando hagas algunas de estas cosas pregúntale a tu claustro si tus alumnos no pueden, no saben, no llegan, son limitados. 
Enséñales que solo con cambiar el modelo puedes hacer que un número de alumnos, con una diversidad importante puedan hacer cosas juntos, aprender, apoyarse, cooperar, ayudarse, disfrutar, y alcanzar los tan temidos «estándares de aprendizaje».

¿No van a ser capaces de participar en un grupo de los llamados «normales» si han sido capaces de hacerlo en un grupo donde todos son «no-normales»?
Creo que si haces todo esto, aunque no consigas cambiar culturas, sí habrás conseguido callar las voces de los que no quieren hacer nada.

Os dejo un ejemplo de todo esto: PROYECTO LOS CIEGOS Y LA ONCE -AULA DE PT DEL COLEGIO AVE MARÍA VARADERO DE MOTRIL