Durante el proceso de transformación que estamos intentando impulsar desde muchos sectores para que la Escuela se adecue a todos los alumnos a los que da cabida, sin hacer distinciones excluyentes, hemos venido lanzando multitud de ideas para la implantación de un sistema inclusivo en las aulas.

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El Diseño Universal de Aprendizaje, el diseño Multinivel, las Inteligencias Múltiples, la autoevaluación de centros con el Index, la incorporación del ABP como herramienta favorecedora de la inclusión, el trabajo cooperativo, la Docencia Compartida… Todas estas propuestas las hemos ido desgranando en varios posts de este blog y también con las aportaciones fundamentales de compañeros como Milagros RubioCoral Elizondo, José Blas García o María Eugenia Pérez.

Sin embargo la acción docente solitaria e individual hace que estas propuestas se conviertan en un verdadero calvario, en cuanto a tiempo y trabajo dedicado a la planficación de los ajustes necesarios que cada diseño didáctico requiere, para que la inclusión se convierta en una realidad en las aulas.

Este «docente suicida» al que hemos -me tomo la libertad de incluirme- convencido para ofrecer a la diversidad de sus alumnos una respuesta educativa en la que cada uno de ellos pueda desarrollarse y progresar como persona activa y participativa en el grupo al que pertenece, termina por desistir ante la dificultad que le supone enfrentarse a esta montaña desde la soledad.

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Porque por mucho que lo pretendamos, si no entendemos desde ya que la necesaria transformación de las prácticas docentes pasa por la participación obligada de todas las formas de coordinación docente que existen en un centro; terminaremos por ahogar a los llaneros solitarios que con tanta ilusión están tratando de aportar su granito de arena.

La necesaria transformación de las prácticas en las aulas pasa por la participación obligada de todas las formas de coordinación docente

Procedamos entonces a ver qué medidas y estrategias se podrían planificar desde los tiempos que la normativa vigente nos ofrecen para las Reuniones de Coordinación Docente. Me vais a permitir que me centre en la normativa andaluza sobre la Educación Primaria, aunque todo lo que a continuación exponga se puede extrapolar a Secundaria y, por supuesto, a otras comunidades.

Medidas para la Inclusión desde los Órganos de Coordinación Docente

1. Los Equipos de Ciclo
Se trata del conjunto de maestros que imparten docencia en un mismo ciclo. De entra las funciones que tiene atribuidas según el Art. 81 del Decreto de ROF, quiero destacar las siguientes:

b) Elaborar las programaciones didácticas o, en su caso,
las propuestas pedagógicas correspondientes al mismo, de
acuerdo con el proyecto educativo
e) Colaborar en la aplicación de las medidas de atención
a la diversidad que se desarrollen para el alumnado del ciclo
g) Mantener actualizada la metodología didáctica, especialmente
aquella que favorezca el desarrollo de las capacidades
en el alumnado de educación infantil y de las competencias
básicas en el alumnado de educación primaria.

En los Equipos de Ciclo se mantienen reuniones periódicas en las que se toman decisiones que afectan a los elementos didácticos fundamentalmente. La normativa «obliga» al profesorado a estar al tanto de las metodologías que favorezcan el desarrollo del alumnado, de todo el alumnado. No de este sí y de aquel no. 
Centrándonos en estas tres competencias que tiene atribuidas este Órgano de Coordinación podríamos definir una serie de actuaciones que podrían desarrollar para propiciar las prácticas inclusivas en el aula.

A. Diseñar la puesta en práctica de metodologías favorecedoras de la inclusión (recogidas en las Instrucciones de NEAE de Andalucía) tales como el ABP o el diseño de tareas. En estas horas de coordinación de ciclo podrían proponerse Proyectos Interciclo que unifiquen criterios a evaluar y propicien una participación más flexible del alumnado de ese ciclo. 
B. Promover el ajuste de las tareas, actividades y ejercicios ofreciendo una serie de alternativas en su diseño para implicar y hacer partícipes a todos los alumnos en el trabajo general de las aulas del ciclo. Para ello deberían «actualizarse» en cuestiones relativas al Diseño Universal de Aprendizaje. Se trataría de elaborar de forma conjunta UDIs accesibles y universales a trabajar por todos los grupos del ciclo. En este proceso de diseño se convierte en indispensable la participación de los maestros especialistas en Atención a la Diversidad y la asesoría técnica del Orientador u Orientadora del Centro, centrándose en la valoración de las barreras que se deben eliminar al diseñar las actividades para la participación de todos los alumnos del aula, en especial de aquellos que presenten NEAE.
C. Establecer acuerdos para definir las formas de propiciar la Docencia Compartida en las aulas del Ciclo. La coordinación que se le exige a este Órgano del Centro pasa por establecer unos criterios organizativos en cuanto a tiempos, espacios y recursos personales para propiciar la doble docencia en las aulas. Los Ciclos podrían colaborar con los Equipos de Orientación para el diseño de horarios de atención al ACNEAE que «liberen» al maestro de PT y/o AL para ofrecer su apoyo al desarrollo de los diseños curriculares acordados en el ciclo, siempre dentro del aula. Vuelvo a repetir apoyo al desarrollo de los diseños curriculares para no confundirnos con apoyos a los alumnos con NEAE.

D. Realizar Programaciones Didácticas en la que en su mapa de relaciones curriculares se secuencien criterios e indicadores (estándares) que vayan progresando en niveles de dificultad. La transposición didáctica de estas Programaciones se transformaría en actividades y ejercicios que en su diseño incluyan múltiples niveles de complejidad según los diferentes proceso cognitivos planificados. La propuesta multinivel de las actividades facilitaría la participación de todos los alumnos del ciclo minimizando las barreras que se imponen por la falta de nivel curricular del alumnado. Esto llevaría inequívocamente a una disminución importante de la significatividad de las Adaptaciones Curriculares.

E. Definir la manera de trabajar las Competencias Clave en sentido amplio, como ámbitos de desarrollo personal donde cada alumno puede desarrollar una competencia u otra sin estar sujeto al contenido o al área de turno que lo aleja de sus posibilidades de aprendizaje. Contenidos como herramientas para el fomento de las Competencias, para las que cada alumno tiene un potencial definido para una o varias de ellas.

2. Los Equipos Docentes.

Docentes que imparten materia a un mismo grupo de alumnos y alumnas. Según las competencias que tiene atribuidas por este mismo decreto de ROF, fundamentalmente se deben centrar en aspectos más relacionados con las relaciones que se establecen entre los alumnos de un mismo grupo y su evaluación y seguimiento para garantizar un adecuado aprendizaje de los mismos en colaboración con la familia. 
El Art. 80.3 dice: » Los equipos docentes trabajarán para prevenir los problemas
de aprendizaje
que pudieran presentarse y compartirán
toda la información que sea necesaria para trabajar de
manera coordinada en el cumplimiento de sus funciones» 
Desde este enfoque, los Equipos Docentes tienen un papel fundamental para que las actuaciones que se llevan a cabo en las aulas favorezcan la participación y el progreso de todos los alumnos:
A. Realizar una evaluación de las Necesidades Educativas del Aula, detectando barreras contextualizadas según el grupo de alumnos y aportando los ajustes necesarios a los diseños didácticos realizados en los Equipos de Ciclo.
B. Establecer de manera coordinada estrategias de aprendizaje cooperativo en el aula, manteniendo todos el mismo sistema de trabajo para que se establezcan Equipos de Base consolidados.
C. Ayudar al alumnado a generar en el aula estructuras de interdependencia positiva y responsabilidad individual y grupal, ayuda entre iguales, reparto heterogéneo de equipos.

D. Decidir qué actividades o ejercicios pueden plantearse de manera homogénea o heterogénea, determinar las rotaciones de alumnos en determinadas actividades para generar grupos de intereses comunes y grupos de ayuda entre alumnos.
E. Definir las normas de cada aula dando poder de negociarlas al alumnado. Decidir roles que pueden desempeñar cada alumno para una participación efectiva en el conjunto del trabajo del aula.
F. Elegir instrumentos de evaluación abiertos y participativos de manera colectiva, para que el alumnado del aula sepa cómo, cuándo y por qué se le va a evaluar independientemente del maestro de área que le corresponda.
G. Unificar criterios para poner en juego el desarrollo de Proyectos o Tareas Interdisciplinares que lleven al alumno a una profundización mayor de lo que se le exige en cada actividad y  perciba los aprendizajes con una visión más cercana y funcional.

3. El Equipo de Orientación del Centro.

El Decreto de ROF define funciones encaminadas a apoyar el proceso de escolarización del alumnado con NEAE y de colaborar y diseñar Adaptaciones Curriculares. No obstante, mi propuesta pasa porque las reuniones de este equipo sea un espacio de tiempo destinado a las siguientes tareas:
A. Apoyar e impulsar el diseño de propuestas inclusivas en el centro facilitando y adaptando materiales para la participación de todos, ayudando en el uso de las TICs y las TACs para implementar la universalidad de las actividades propuestas en las aulas.
B. Ayudar a los tutores y especialistas en tareas de evaluación inicial que impliquen la observación y delimitación de las Necesidades Educativas del Aula (NEA). Esto ayudaría a los docentes a descubrir las propias barreras que establecen en sus diseños curriculares y a la eliminación de las mismas mediante un ajuste que implique una mayor participación del alumnado.
C. Colaborar en la realización de la Evaluación Psicopedagógica del alumnado para que ésta se desarrolle en los contextos naturales de aprendizaje de cada alumno, aportando información externa al proceso para que desemboque en medidas que hagan que el currículo deje de ser discapacitante para ciertos alumnos.
D. Crear un aula de recursos a la Inclusión en el centro que aporte ayudas a los docentes, a las familias y a los procesos de enseñanza-aprendizaje. 
E. Potenciar la figura del Orientador/a del Centro como el agente encargado de otorgar a la palabra APOYO un sentido amplio que traslade el concepto de necesidades educativas al currículo y no al alumno. Este orientador/a puede Impulsar en el centro medidas de atención a la diversidad centradas en los criterios establecidos en el Index para cambiar las Culturas, Políticas y Prácticas.

Y todo esto impulsado, propiciado y dinamizado por el lidrazgo inclusivo del Equipo Directivo del Centro.

¿Cuando la Coordinación es la Enemiga?

La coordinación docente se convierte en enemiga de la inclusión cuando todos estos tiempos escasos y valiosos los destinamos a tomar medidas como las siguientes:

  • Elección de la editorial y libros de texto que se trabajarán.
  • Determinar los tipos de libretas, lápices y/o bolígrafos y demás materiales que se les pedirán a los padres y madres. 
  • Determinar los procedimientos sancionadores en los casos de aquellos alumnos que se resisten a seguir trabajando de forma callada y sumisa ante modelos que les aburren y que poco le estimulan.
  • Decidir qué alumnos son objeto de salir del aula para recibir apoyo y dejar que el transcurso normal de las clases no se vea «molestado» por su presencia.
  • Elaborar materiales para secundar las propuestas de los libros de texto que, sobre todo en los cursos de los más pequeños, terminan agotando nuestro tiempo en «terminar» los trabajos de los más rezagados.

Y tantas y tantas situaciones instauradas en estas reuniones que dejan pasar el tiempo sin emplearlo en acciones transformadoras y eficaces para la participación de todos.

Pero como siempre digo… ésta es solo mi opinión.