La competencia digital docente se considera aquella que necesita el maestro o profesor para poder trabajar con sus alumnos la competencia digital.

En el blog del INTEF, Educalab, se especifica lo siguiente: El «Marco Común de Competencia Digital Docente» es una propuesta estandarizada que especifica la competencia digital mediante descriptores de 21 sub-competencias organizados en 3 niveles y cinco áreas competenciales (información, comunicación, creación de contenidos, seguridad y resolución de problemas). 
Un gran entramado de habilidades y capacidades que se les atribuye a los futuros docentes para usar todas las herramientas digitales a su alcance en sus tareas educativas con los alumnos. 
Existen en nuestros tiempos una gran variedad de niveles de competencia digital que poseen los maestros y profesores. Desde aquellos que siguen empeñados en pensar que eso no es lo suyo, justificando así su nulo interés por formarse y reformarse; hasta aquellos expertos que son capaces de elaborar asombrosos artefactos digitales o crear robots con los niños; pasando por aquellos que nos vamos manejando con alguna que otra dificultad pero con tesón e interés por seguir aprendiendo.

Imaginemos una oposiciones a carnicero

Podríamos decir que en las carnicerías suele darse una circunstancia similar a la formación digital docente, y es el uso y manejo de los cuchillos y demás utensilios cortantes para trabajar la carne. Un manejo que requiere conocimiento no sólo del tipo de cuchillo y de sus variantes, sino del tipo de carne en el que debe ser aplicado y la forma, dirección y fuerza con la que dar el corte con precisión para obtener el producto final deseado.
Sin duda es posible que existan 21 sub-competencias organizadas en 3 niveles de dificultad y 5 áreas competenciales sobre cómo cortar la carne. Podríamos escribir con toda seguirdad un Marco Común de la Competencia en el Corte Profesional con Cuchillos.
Imaginemos que existe una formación inicial de ese aspirante a carnicero en una gran empresa con prestigio y con situación en la sociedad. Imaginemos que esta empresa quiere elegir a los mejores futuros carniceros de entre todos aquellos que se presentan. 
Por imaginar, imaginemos que se convocan oposiciones a carnicero en las que cada opositor tenga que dar lo mejor de si, poner en práctica todos sus conocimientos para convencer al tribunal de que son ellos los mejores carniceros de los que pueden disponer en esta gran empresa.
Pero vamos a imaginar que la prueba consiste en una valoración teórica de sus conocimientos sobre carnes, envases, tiempos, etc. Además les piden demostrar sus conocimientos prácticos a la hora de manejarse en la carnicería, ante supuestos concretos de manipulación y tratamiento de diferentes carnes. 
¿Hay algún empresario en este país que expresara que en esa prueba está prohibido el uso de cuchillos y demás artefactos cortantes o punzantes? 
¿Podríamos imaginar que cuando una carnicería hace una entrevista para contratar carniceros no les pidan que demuestren sus capacidades y habilidades en el uso del cuchillo?
Pues eso ni más ni menos es lo que está pasando en el ámbito educativo en muchas comunidades autónomas cuando convocan oposiciones docentes: está prohibido el uso de herramientas digitales de cualquier tipo.

Prohibición de usar herramientas digitales en las oposiciones docentes

Recientemente se ha publicado el borrador de la Orden por la que se efectúa la convocatoria de oposiciones a Secundaria en Andalucía. En el apartado destinado a explicar la Preparación y Exposición de una Unidad Didáctica, cuando se hace referencia al material auxiliar que podrá presentar el opositor, se dice literalmente: 
«El referido material auxiliar servirá para apoyar la exposición mediante la utilización de recursos didácticos no electrónicos ni susceptibles de reproducción electrónica (ilustraciones, diagramas, mapas, esquemas, etc., en formato papel).«
No puedo entender que en pleno Siglo XXI, con la era de las tecnologías y de la información, con profesores que deben formar a los alumnos en la competencia digital que la Ley nos dicta, no puedo entender que no se les permita a los opositores usar medios tecnológicos para apoyar sus unidades didácticas. 
¿No estamos así justificando el inmovilismo hacia la formación en TIC y en TAC? ¿No estamos haciendo que los futuros docentes no tengan que esforzarse en usar estas herramientas para su ejercicio docente?
Parece que los motivos aparentes se basan en una posible desigualdad en el trato al opositor, Tal vez por una falta de igualdad de oportunidad en el acceso a estas herramientas, que nos podría parecer bien si este opositor no hubiese tenido una formación inicial universitaria donde se les ha debido facilitar ese acceso.
Y si se trata de poder disponer de medios para utilizarlos en las exposiciones, ¿no podrían facilitarlos la propia junta? ¿No se podrían aprovechar los recursos existentes en los propios centros educativos donde se examinan?

No obstante, también puede existir desigualdad en el trato a aquellos opositores que se esforzaron por aprender a incorporar las TICs, las TACs, las TRICs y todo aquello que vaya surgiendo en sus prácticas didácticas con sus futuros alumnos. A ellos no se les permite dar a conocer sus habilidades, su creatividad, su pensamiento divergente. Sólo se les valorará por su capacidad de memorizar unas unidades didácticas ancladas en los años 80.
Ahora volvemos a preguntarnos, ¿de verdad que una carnicería no valoraría si sus futuros carniceros saben usar el cuchillo? Creo que eso solo pasa en educación.
Estas cosas hacen que nuestro Sistema Educativo no avance, que el cambio educativo no se dé y que la escuela antigua y conservadora siga manteniéndose donde siempre estuvo.